Esta semana, Colombia se conmovió con el brutal asesinato de los estudiantes de biología de la universidad de Los Andes de Bogotá, Margarita Gómez y Mateo Matamala. Los dos estudiantes estaban haciendo prácticas universitarias en el pueblo de San Bernardo del Viento en el departamento de Córdoba. Las investigaciones policiales llevan a señalar al grupo paramilitar "Los Urabeños" como los responsables del doble homicidio.La noticia generó un rechazo generalizado en el país. Los medios de comunicación realizaron extensos análisis del contexto político de la zona, resaltando cómo, a pesar de la desmovilización de los grupos paramilitares, la violencia no ha disminuido en el departamento de Córdoba, por el contrario ha evolucionado y se ha adaptado a la situación política, social y económica del departamento.
Sin embargo, muy poco se ha analizado sobre el impacto de este trágico evento para el ejercicio de la investigación en Colombia. Tal vez hay que empezar por preguntarse sobre el tipo de preparación que reciben los estudiantes de pregrado y postgrado que quieren hacer investigación: ¿Qué tipo de herramientas de campo están recibiendo?, ¿qué metodologías están aplicando?, ¿tienen la asesoría de profesores con amplia experiencia de campo?, ¿qué tipo de apoyo reciben de sus universidades? Considerando que la investigación en Colombia no es una prioridad, me temo que las respuestas a estas preguntas son desalentadoras.
En una entrada de twitter del domingo 16 de enero, el periodista Hollman Morris señalaba que no hay suficientes investigadores colombianos interesados en trabajar sobre el conflicto armado por miedo a la violencia. Por el contrario, si hay varios investigadores extranjeros trabajando en Colombia y publicando sobre Colombia. Si no dotamos a los estudiantes colombianos con las herramientas necesarias para hacer trabajo investigativo serio, Colombia se va a convertir en un sitio perfecto para que otros hagan su trabajo de campo, pero será muy poco lo que el país reciba a cambio.
La reacción de las universidades ante la tragedia de San Bernardo del Viento va a ser limitar o prohibir el trabajo de campo de profesores y estudiantes, lo cual es entendible pero que en últimas va a afectar la investigación en Colombia. Muchos estudiantes limitarán su trabajo a las ciudades o, dependiendo del área de estudio, se irán a otros países. De esta forma, ¿cómo pretendemos que las nuevas generaciones entiendan y transformen el país si los propios investigadores no salen a conocerlo, a explorarlo y a escribir sobre él? Por su puesto, el factor seguridad y la presencia del estado es vital, pero también les corresponde a las universidades preparar adecuadamente a los estudiantes para los retos que deben enfrentar cuando se atrevan a hacer investigación en Colombia, tal y como lo hicieron Margarita y Mateo.
Para cerrar, vale la pena citar a la periodista colombiana Gloria Ortega Perez en su blog Sentipensantes. El último párrafo de su última entrada puede ilustrar perfectamente la importancia de un investigador activo y comprometido en un país como Colombia marcado por más de 60 años de violencia.
"Hay que hacer lo que hizo el pescador que encontró a Mateo y Margarita: ir y mirar con los ojos abiertos esta tragedia que se repite una y otra y otra vez, talvez, porque no la vemos con el corazón ni desde el alma humana sino desde las estadísticas. Quizás podamos alguna vez despertar para no tolerar una asesinato más." (más)
Análisis CONTRAVIA
Nota: La revista Semana reportó en su edición electrónica de Noviembre 17/2012 que la Fiscalía condenó a alias "Cristian" por el homicidio de Margarita Gómez y Mateo Matamala.
Fuentes:
- Foto: Revista SEMANA "Víctimas Inocentes"
- Revista SEMANA "Víctimas Inocentes"
- El Espectador "Las Guerras de Córdoba"
- CONTRAVIA "Seguridad: ¿desinformacion o realidad? Análisis asesinatos de estudiantes de la U. de Los Andes"
- Ortega Pérez, Gloria. Blog Sentipensantes "No vayan, por que hay un muerto en el camino. Y el pescador fué"
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